Carece del grandioso trasfondo mítico-mágico-místico de Promethea o de la apabuyante red metaficcional de The League Of Extraordinary Gentlemen, incluso de esa novedosa estructura de serie televisiva de Top Ten. Sí, las historias de Tom Strong son sencillas pero no nos equivoquemos, también muy entretenidas. No hay coartadas ni excusas aquí: todo se construye a base de pulso narrativo. Y de mucha imaginación. De hecho no hay variante de la literatura superheroica, de la literatura de ciencia ficción, de la literatura fantástica o de la literatura de aventuras que no encuentre un hueco entre sus páginas. Por ellas desfilan elegantes villanos tecnológicos, nazis pechugonas, hormigas gigantes, héroes del futuro, héroes del pasado, animales antropomórficos, mundos paralelos y todo cuanto se nos pase por la cabeza para componer un fresco de lo que puede dar de sí la narrativa pulp.
Con todo, leida más a ratos perdidos que de una sentada, resulta una lectura más que recomendable. Además necesaria si queremos tener una visión omniabarcante y completa de la obra de Moore.