domingo, 9 de marzo de 2008

La avenida Dropsie, de Will Eisner

A ver, papel y lápiz, goma de desequivocar, calculadora científica, calculadora socióloga y calculadora filósofa; Excell, Lotus 1,2,3, y Contaplus; sí, estoy listo para echar cuentas: sumo dos y me llevo una, aquella otra la dejo a deber y esta la integro con el seno, el coseno y la arcotangente; lo cambio todo por el tercer percil y le hallo la media de seda que el otro día se me perdió, le miro la moda -aun no quedó desfasada- y me salto la mediana, que a estas alturas ni el tráfico ni la ecuación la necesitan ya para despejar la incógnita: ajá, los números no mienten; a pesar de mis reticencias iniciales no puedo continuar negando el hecho de que en general me gustan mucho las novelas gráficas del maestro Eisner. Y eso que después de haberlo conocido durante un tiempo exclusivamente por su insuperable trabajo en The Spirit, mi primeros acercamientos a su obra posterior no fueron precisamente lo que se dice entusiasmantes: con toda su fama a cuestas, Contrato con Dios me defraudó bastante, mientras que Último día en Vietnam, El edificio, Pequeños Milagros, Fagín el judío o La conspiración tampoco me acabaron de convencer demasiado. Vaya, y sin embargo cómo serán los méritos de El soñador, Viaje al corazón de la tormenta, Las reglas del juego, Una cuestión de familia y ahora La avenida Dropsie, que sin duda alguna inclinan el fiel de la balanza a su favor, desbordan sobradamente cualquier defecto de las anteriores y me obligan a rendirme a la evidencia de que el genio de Eisner no se agotó en la siete páginas semanales del justiciero enmascarado.


La avenida Dropsie nos propone realizar, a lo largo de más de un siglo de vivencias, un extenso y emotivo viaje al corazón de este imaginario barrio neoyorquino, alter ego y trasunto indisimulado del Bronx Sur en el que se crió y vivió durante tantos años el propio Eisner. Así, en su sereno fluir de personajes, en su constante discurrir de idas y venidas, siempre afanados en la incesante lucha por alcanzar una vida mejor, le iremos tomando el pulso a este singular escenario del drama humano; a este anecdotario sencillo y humilde de personas no menos modestas que acaso nunca figurarán en los anales de la Historia con mayúsculas pero que sin embargo se gravan con gran intensidad en la memoria, dejando la sensación de estar asistiendo al fluir sincero de la vida despojada de artificios. Y es que en La avenida Dropsie todo parece fluir: los edificios, a los que vemos nacer, ser habitados, abandonados y finalmente sustituidos por otros; las corrientes migratorias de los pueblos que a lo largo del siglo pasado hicieron grande a su manera a los Estados Unidos: irlandeses, italianos, hispanos, gente de color, hippies, gentes marginales buscando su sitio entre sus calles; o los conflictos propios de cualquier convivencia: encuentros y encontronazos, luchas, cooperaciones, odios y amores; pero sobre todo el tiempo. Porque si algo ha de ser La avenida Dropsie no será otra cosa que un monumento erigido a la memoria del tiempo, un tributo levantado sobre el ladrillo de los recuerdos y el cemento de la nostalgia. Ya digo, el sentido homenaje de Eisner a la vida de su barrio de siempre.



En cuanto a la forma narrativa, cabría decir que la novela gráfica se ajusta al habitual estilo elíptico y veloz desarrollado por el neoyorquino después de The Spirit; sin embargo tengo que puntualizar que si generalmente, como ya he comentado infinidad de veces en este blog, no me agrada demasiado ese modo de contar, en el caso que nos ocupa se revela como la estrategia narrativa perfecta para un tipo de historia que apuesta su capacidad de persuasión a su ágil y convincente acumulación de tiempos, situaciones y personajes.


En fin, otra maravilla más del maestro.


Puntuación: 9





10 comentarios:

  1. Parece que hayas renacido de las cenicas, como el Ave Fénix. A mí no me hagas esto, dosificame las entradas, que cuando he abierto el blog casi me da un patatús (joer, como odio esta palabra).

    Una aspirina infantil.

    ResponderEliminar
  2. Lo siento Eva, pero es algo superior a mis fuerzas: soy de poco escribir y además me muevo por impulsos (nerviosos hacia los centros motores de mi organismo). Este blog es así, un día tres entradas y después un mes sin actualizar. Con razón no me lee nadie.

    Un ificación de criterios.

    ResponderEliminar
  3. ¿Sentirlo? A mi no me mientas, que se de buena tinta que no lo sientes. El blog es tuyo y escribirás cuando te salga de los bolsillos. Sólo es un toque para que te des cuenta de que los que sí te leemos te echamos de menos, aunque no nos leamos las entradas, jaja.

    Barça 1 - Villareal 1. Aún hay tiempo para que pierda. Gooollll del Villarreal!!! Antes lo digo antes marca, voy a decirlo otra vez...

    ResponderEliminar
  4. Bueno, pues al final se confirmó lo que todos preveíamos: ganó el Villareal. Espero que esto sirva de toque de atención al Barcelona y se den cuenta de que no pueden seguir por el mismo camino que en estas cuatro últimas jornadas.¡¡¡Queremos un Barcelona moderno y tolerante ya!!! Lástima el descalabro del Recreativo de Huelva (7-1 en Mallorca),que confirma que el fútbol en España es cosa de dos: Real Madrid y Barcelona.

    Por cierto, es verdad que lo siento, aunque no niego que además de sentirlo, siento sentirlo porque, como el Bartleby de Melville, preferiría no hacerlo. Y seguiré rebuscando en los bolsillos, a ver si puedo sacar un poquito más de allí.

    Un pasito p´alante, María.

    ResponderEliminar
  5. Vaya, debo ser el único que habla un poco de tus entradas, pero no siempre será así, pronto comentaré aquí, no sé, cómo dejó de funcionarme la tarjeta de sonido del portátil y cómo lo arreglé.
    De acuerdo contigo en "La avenida Dropsie" y en "Las reglas del juego", son obras excelentes de las que creo que surgió el juego "sin city" (porque parece exactamente igual la manera de desarrollarse una ciudad), fantásticas.

    ResponderEliminar
  6. No te dio la sensación de que estas últimas elecciones también eran un poco Barça-Madrid? 2 equipos fuertes y el resto minudencias (con todos los respetos). O sólo me ha pasado a mí?

    ResponderEliminar
  7. Boca, no nos dejes con la intriga y comentanos cómo dejó de funcionar la targeta de sonido de tu portátil y cómo lo arreglastes. En cuanto a los tebeos, pues sí, son obras excelentes,aunque no sé si La avenida Dropsie es precedente y precursor del Sin City. A mi me gusta la parte gráfica de Sin City, pero como relato me parece casi un insulto compararlos, ni siquiera como planteamientos iniciales coincidentes. Es cierto que Miller siempre se ha declarado admirador de Eisner y que por ejemplo su Daredevil estaba muy, pero que muy, influenciado por The Spirit, pero creo que en este caso las intenciones son otras: aunque ambos parten de la invención de un microcosmos propio, lo cierto es que el de Eisner tiene que ver más con lo autobiográfico que con la imaginación misma; por su parte lo de Miller es simplemente una excusa para contar historias de género negro rozando lo superheroico; mientras la obra de Eisner es una obra de tesis, donde se propone un modelo coherente de como se forma, se desarrolla, se expande y termina muriendo un barrio en una gran ciudad, la Sin City de Miller no es más que un exageración grotesca e imposible de una ciudad moderna; mientras en Eisner prodomina lo humano, en Miller sólo hay caricaturas y lo realmente importante es la visión épica. En fin, que no estoy de acuerdo con la comparación.

    Sí Eva, es como un Madrí-Barsa, pero peor, porque aquí no hay margen para que de vez en cuando gane la liga el Depor o el Valencia, o para que suba a primera el Extremadura de Almendralejo (y después baje a regional preferente). Me temo que al fin hemos alcanzado el modelo yanqui: o derecha con ligeras concesiones izquierdistas, o derecha radical sin concesiones. Si la cosa continua por este camino, que me parece ya sin retorno, voy a tener que radicalizar mis posiciones anarkistas.

    Un grito de Anarkia es libertad.

    ResponderEliminar
  8. ups, perdón, me equivoqué, quise decir "sim city"... equivoqué el juego de los estudios Maxis por el Cómic del maestro Miller, error friki.

    ResponderEliminar
  9. Ah, vaya, sí, eso ya es otra cosa. Que lastima, con lo bonita que me había quedado mi parrafada, resulta que sólo le ladraba a la luna. Pero sí, a la saga de Sim City se parece más...

    Un saludo.

    ResponderEliminar
  10. chavales, es un tebeo espectacular. si. hay periqueo en estos comentarios, espero que haya llegado la sangre al rio y toda la pesaca.

    ResponderEliminar