James poseía un don muy especial: era capaz de escribir un poema con su propio semen mientras se corría. Y si bien es cierto que no eran poemas geniales, sí que hay que reconocer, en honor a la verdad, que al menos revelaban cierto talento.
Extraido del diario del camello: "Ya no sé si podré seguir aguantando esta vida por más tiempo; siempre el mismo desierto, los mismos oasis, los mismos beduinos. Tal vez pueda contar con la colaboración de Amed para escapar. Parece un buen hombre y nunca se ensaña con la fusta cuando monta. Sí, Amed es una buena opción. Sin embargo lo que más me inquieta, lo que de verdad me joroba, es llegar a resolver algún día el dílema de si las mujeres tienen talento o no. He pensado tanto en ello, he pasado tantas noches en vela, me he devanado tantas veces los sesos sin alcanzar nunca una respuesta. Talín, el dromedario de los bere-bere, me insiste en que lo olvide. "Hay cosas que es mejor que un camello no sepa jamás" No estoy de acuerdo: una noche, cuando la luna era oronda como la panza del Sha, vi a una mujer desnuda; por sus muslos corrían hilillos de un flujo que solo me atrevería a calificar como menor. No puedo olvidar esa imagen; fue como si por un fugaz instante me hubiera fundido con lo sagrado, como si mi ser se transcendiera en su contemplación y vibrara en perfecta armonía hasta con la más remota estrella del universo. Fue una sensación maravillosa. ¿ Cómo podría no tener talento un ser capaz de inspirar semejante emoción? No, eso no es posible... Tengo que descubrir la verdad..."
Jajjaaj. Una pregunta para el camello: ¿Las mujeres tenemos talento? ¿y si es así, son nuestros flujos menores una hierofanía intelectual?
ResponderEliminarA veces veo hierofanías :)
Extraido del diario del camello: "Ya no sé si podré seguir aguantando esta vida por más tiempo; siempre el mismo desierto, los mismos oasis, los mismos beduinos. Tal vez pueda contar con la colaboración de Amed para escapar. Parece un buen hombre y nunca se ensaña con la fusta cuando monta. Sí, Amed es una buena opción. Sin embargo lo que más me inquieta, lo que de verdad me joroba, es llegar a resolver algún día el dílema de si las mujeres tienen talento o no. He pensado tanto en ello, he pasado tantas noches en vela, me he devanado tantas veces los sesos sin alcanzar nunca una respuesta. Talín, el dromedario de los bere-bere, me insiste en que lo olvide. "Hay cosas que es mejor que un camello no sepa jamás" No estoy de acuerdo: una noche, cuando la luna era oronda como la panza del Sha, vi a una mujer desnuda; por sus muslos corrían hilillos de un flujo que solo me atrevería a calificar como menor. No puedo olvidar esa imagen; fue como si por un fugaz instante me hubiera fundido con lo sagrado, como si mi ser se transcendiera en su contemplación y vibrara en perfecta armonía hasta con la más remota estrella del universo. Fue una sensación maravillosa. ¿
ResponderEliminarCómo podría no tener talento un ser capaz de inspirar semejante emoción? No, eso no es posible... Tengo que descubrir la verdad..."