Ah, silencio, me pongo de rodillas y me concentro en las palabras del maestro. Mi maestro. ¿Cómo se puede pretender ser escritor sin conocer lo que don Mario cuenta aquí? Ya lo sé, parece increíble; sin embargo hay quien cree serlo sin haber oído nunca antes nada de todo esto.
Uyyy como te entre uno de 'los azules' como yo les llamo... que Dios va con D mayúscula!!!
ResponderEliminarUna fondue de queso sin queso.
No eva, los dioses a los que yo rezo van todos con minúscula. Prueba de su grandeza.
ResponderEliminarCien gramos de paracetamol para hacer el amor.