En menos de un cuarto de hora parto, ilusionado como un crio con zapatos nuevos, hacia Mérida para asistir a la representación de Odiseo y Penélope, de mi muy admirado Mario Vargas Llosa, en el que el eterno candidato al Nobel de literatura hace, junto a Aitana Sánchez Gijón, también las veces de actor. Ya os contaré otro día que tal fue la cosa.
Nada, que me voy...
Nada, que me voy...
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