domingo, 12 de octubre de 2008

III Día del lector de La vida en viñetas


Hoy, con una jornada de retraso, celebramos nada menos que la tercera edición del Día del lector de La vida en viñetas, ese tradicional día de puertas abiertas en el que vosotros, amables lectores, aprovecháis, en vez de para dejar vuestras opiniones y sugerencias sobre este humilde lugar, para pasar de todo y cerrarme las puertas en las narices. De todas formas, no están echadas las llaves; si a alguien le apetece puede pasar sin llamar.


Feliz día.

6 comentarios:

  1. ¡Gracias, qué emoción! ¿Qué se come en este día?

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  2. Sil, te has cargado la tradición: en esté día nadie dejaba comentarios y yo me comía los mocos. Pero no pasa nada, las tradiciones están para olvidarlas o para que nos las expliquen los antropologos. Tú misma.

    En otro orden de cosas: pues no sé que se comoe hoy; ayer me vacié con la trucha a la molinera y ya no se me ocurre nada más. Tendré que consultarle a doña Simone Ortega.

    Post Scritum: Acabo de revisar los anales (que palabra más fea) de mi blog y me doy cuenta que en la primera edición, en 2006, un tal José Emilio, al que no conozco de nada y del que nunca más volví a saber, dejó también un comentario en tan señalado día. Asi que en realidad tampoco te has cargado nada.

    Un tazón de ilusiones.

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  3. Bueno, no te molestes en solucionarlo, aunque ese José Emilio no existiera ya estoy acostumbrada a "comer" más de la cuenta :D
    Lo de la tradición prefiero explicarlo otro día... Yo propondría que este día tan especial se escribiera más que nunca, aunque sea cada uno donde quiera.
    Y en cuanto a lo de la cocina, me daba miedo tu respuesta, pensaba que me ibas a venir con una receta inventada por ti, con esa imaginación tan "jugosa" que tienes... Uff.

    Un corazón de cereales.

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  4. No, no, pero José Emilio existe, y tiene sentimientos, y posiblemente perro, mujer e hijos, un curro que no le gusta y un piso que es más del banco que suyo, y ... Bueno, dejemos en paz al pobre José Emilo, que bastante tiene con sus propias desgracias. Lo que digo es que no arreglo nada porque nada se había estropeado. Y si la cosa es así, pues así es.

    Me gusta tu propuesta, pero me da mucha pereza. Soy incapaz de escribir por obligación y sólo lo hago cuando tengo otras obligaciones más prioritarias y el acto mismo de escribir se convierte en una especie de escape de lo forzoso. Ya ves, soy un rebelde (way).
    Lo que si puedo hacer es procurar cargarme de muchas obligaciones en estas fechas para que cumplir con la propuesta se convirtiera en un placer. Lo pensaré para el año que viene.

    Lo de la receta inventada podría haberlo hecho con los ojos cerrados (se escribir a máquina y me sé donde están las teclas), pero prefiero no hacerlo porque estoy terminando un libro de cocina-ficción con más de 1000 recetas completamente inventadas y posiblemente incocinables e incomibles. Ya te avisaré para la firma de ejemplares.

    Un reloj sin hora.

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  5. Llego tarde?

    Yo siempre comento lo que me da la gana ... y cuando me da la gana. Es lo que mola de tu rincón, que es como la república independiente de Ikea .. libre.

    Ah, pues un sofá sueco para tí.

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  6. Di que sí, Hache, con dos..., bueno, lo que tú prefieras. Ya le gustaría a los empleados de Ikea tener la misma libertad que aquí. Este es el paraíso del anarkismo.

    Un dos tres.

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