A pesar de todo, el trabajo de Rick Geary es interesante y aporta una visión algo diferente a la del guionista de Northampton. En él, más que mostrasnos detalladamente la historia de forma directa, como hiciera Moore, Geary se centra en la ilustración del diario de un contemporáneo a los hechos interesado en los mismos. De esta forma realiza la crónica de la confusión y el desconcierto con las que se vivieron los crímenes, dejando en el aire la autoría y ampliando la nomina de candidatos. Pero aparte de esto, la verdad es que poco más puede aportar Geary que no haya mostrado ya Moore. Incluso en el apartado gráfico se ve superado por la labor de Eddie Campbell. Los dibujos, al igual que los de Campbell, tratan de recrear los clásicos de la época victoriana, pero el resultado es, en mi opinión, demasiado estático y aun más feísta que los obtenidos por el dibujante australiano.
En definitiva, una obra que puede leerse pero que al día de hoy carece de demasiada justificación. Cosas que pasan.
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