Después de tragarme la maravillosa y detallista crónica de la II Guerra Mundial que es la serie de la BBC “El mundo en guerra” y alguna que otra estupenda película bélica, tipo Uno rojo, división de choque, de Samuel Fuller o Cartas desde Iwo-Jima, de Clint Eastwood, después de tragarme incluso alguna postbélica, como los clásicos Alemania año cero o Vencedores y vencidos, me apetecía, y mucho, extender mi improvisada campaña de verano a las páginas de un tebeo. Y bueno, como tampoco hay demasiado donde elegir –hace tiempo que acabé con las War Story de Ennis- pues que remedio, me decidí a probar con este Japan War 1945 del que hasta hace una semana no conocía ni el título y que me resultaba toda una incógnita. Más que nada porque a pesar de tener una pinta estupenda, desconfío bastante de la visión de los japos sobre el conflicto. No me atrae demasiado ese enfoque tremendista de obras como Hiroshima o La tumba de las luciérnagas -aunque esta última me parece una obra maestra- que te tira a la cara todas las desgracias y barbaridades que puedas imaginar.
Pero no, mi miedo era infundado; Japan War 1945 es diferente: hay muertos, faltaría más, estamos en un cómic de guerra, pero son pocos y bajitos. Nadie por quién merezca la pena llorar. No, el problema de Japan War 1945 es precisamente el contrario del que yo me estaba temiendo: si aquellas se pasaban de entusiastas en sus alegatos antibélicistas, demostrando excesivo celo en la recreación del dolor y el sufrimiento que lleva aparejado un conflicto de este tipo, cosa que yo no niego que tenga su justificación, pero no me parece nada agradable de leer, esta por su parte se queda cortísima en cualquier forma de entusiasmo, bien a favor o bien en contra de algo, lo que sea. Es cierto que a Lazy Hagiwara no se le puede negar el mucho esfuerzo y la mucha documentación que ha puesto en la elaboración de las dos historias que componen el volumen, pero no es menos cierto que habría que reprocharle que no aporte ni una pizca de corazón. Siendo benevolos podríamos alegar que estamos ante una obra de encargo y que tal vez las inquietudes del autor vayan por otros derroteros muy alejados de estos escenarios, quién sabe, no tengo el gusto de conocerlo, pero de ahí a que se le otorgue todo el protagonismo del tebeo a las características técnica de los aviones y tanques de combate, me parece que hay un trecho que es mejor no recorrer. Por supuesto también hay personajes y se cuentan historias, y tienen su drama y además todo narrado de una forma muy correcta y con un dibujo extraordinariamente detallista y atractivo, pero aun así la sensación global que deja la obra es la de una absoluta indiferencia hacia lo que cuenta, como si incluso para el propio autor careciera de interés el material que utiliza.
Y es una pena que sea así, porque a nada que Japan War 1945 fuera capaz de transmitir algo más de entusiasmo, de darle un poquito de emoción al lector, hubiera podido ser un tebeo bastante notable. De hecho, aun pareciéndose más a un catálogo de armamento bélico que a una obra de ficción, sigue siendo una lectura razonablemente entretenida.
Puntuación: 6
Puntuación: 6
A mi hace un par de años también me dio por ver peliculas bélicas, por ejemplo las que citas, que por cierto todas me gustán un montón, pero olvidas una de las obras maestras de Lewis Milestone: Sin novedad en el frente, después de verla, sabes que no hay ni habrá mejor película bélica y antibelicista que esa.
ResponderEliminarGran post, y a ver si nos vemos un día...
Paco Macías
Bueno, me apunto la recomendación, aunque hay muchas más peliculas interesantes sobre el tema, la de Milestone tiene mucho prestigio. Por algo será (más te vale).
ResponderEliminarMe pasé un día por la Fundación, pero tu andabas de campamento, así que ahora no te quejes. A ver sí algún día vuelvo al pueblo...
Por cierto, el post es una mierda, pero gracias de todas formas.