domingo, 30 de agosto de 2009

El lama blanco, de Alejandro Jodorowsky y Georges Bess

Joder con el señor Alejandro,  resulta que cuando se lo propone no sólo sabe de excesos sino que es capaz de moderación y comedimiento. Eso sí, de una moderación muy “moderada” y de un comedimiento que luce en gran medida por contraste. Si comparada con La casta de los Metabarones la serie de El lama blanco puede llegar a parecer una obra intimista, casi en la línea de las firmadas por el Taniguchi de El almanaque de mi padre o el Cosey de Saigón-Hanoi , lo cierto es que también contiene su buena ración de aventuras, violencia y crueldad.
Pero a diferencia de aquella, aquí la aventura tiene un marcado carácter interior y la violencia y la crueldad , nunca gratuitas, van más allá de la mera satisfacción de los apetitos de unos lectores que todavía no han sacado suficiente lustre a sus gustos. Porque aún cuando La casta de los Metabarones, como ya dije en mi reseña anterior, no puede ser reducida a la condición de obra juvenil, tampoco es menos claro que Jodorowsky escribe aquí para un público distinto, para un tipo de lector con unas expectativas y unas inquietudes diferentes. Un cambio con el que, a mi entender, gana, y mucho. Con la moderación Jodorowsky barre con esas incoherencias y esos momentos ridículos que en gran medida le afeaban La casta de los Metabarones y a cambio refuerza las virtudes del sabio contador de historias, las del narrador que domina admirablemente los tiempos y las formas de la tensión dramática y de la creación de escenas de un profundo calado humano. Quede como muestra de lo dicho el terrible viaje al corazón de la degradación y la corrupción provocadas por el ansia de poder del tercer álbum, para mí el más redondo de toda la serie.



Pero además con el cambio de tercio el escritor chileno se aventura en un territorio, el de la temática espiritual, que sin duda le es más grata y que se deja notar en el resultado final. En efecto, El lama blanco es ante todo una obra iniciática, una obra que nos insta a expandir la conciencia y a elevarnos hasta las más altas regiones del alma desde las que aspirar a una vida más auténtica, a una vida liberada de las tensiones, tentaciones y servidumbres del mundo sensible. En este sentido nos encontramos ante una obra que remite inconfundiblemente – a mí todo me remite a otra cosa, qué le vamos a hacer- al mejor Hermann Hesse, al Hesse de Siddharta o El juego de los abalorios. Lo cual constituye el más alto elogio que conozco.

Mención especial merece también el trabajo de Georges Bess. Sin duda Jodorowsky sabe rodearse de buenos dibujantes, y si el estilo de Juan Giménez resultaba de los más adecuado para el guión del chileno, no menos adecuados son los lápices de Bess para esta historia. Resulta extraordinario comprobar la fuerza evocadora que tienen los rostros y los gestos que dibuja este hombre; su enorme capacidad para transmitir y hacer partícipe al lector del más rico y complejo repertorio de sentimientos y emociones humanos que uno pueda imaginar. Una autentica maravilla.

Puntuación: 9

5 comentarios:

  1. no lo he leído
    pero
    el incal es impresionante
    sin palabras
    ahora leo el integral
    del corazón coronado
    y para variar
    tebeos y filosofía a la francesa
    no van mal

    eso sí
    pa mí
    megalex
    un truño como un puño

    jodo con el jodo

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  2. Pues yo me he pillado hoy mismo El incal, así que ya dejaré reseña cuando me ponga con él. Sólo espero que seas de fiar y esté a la altura. Vaya responsabilidad te caído.

    Incandole el diente al incal (casí a la altura del jodo con el jodo)

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  3. te gustará
    el incal
    pero mucho, además
    yo lo he leído en catalán
    (el tomo de glénat
    es bastante más barato
    y no está el horno pa bollos)
    pero es que molaría igual
    aunque estuviera en ruso
    moebius, ya nos contarás

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  4. Afortunadamente mi ejemplar está en castellano, no por nada, pero aunque el ruso es un idioma que aprecio mucho, admito muerto de la vergüenza que lo entiendo poco.

    5 cucharadas ( grandes ) de Bourbon
    1 terrón de azúcar
    Media rodaja de naranja
    Media rodaja de limón
    2 gotas de angostura
    2 cerezas al marrasquino
    1 chorro de soda o sifón frío

    (Vamos, un Old fashioned)

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  5. consejo farmacéutico:

    leer el incal
    bajo los efectos de un
    oldfashioned
    puede ser perjudicial
    para el oldfashioned,
    tovarisch

    iebarejejá H'

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