jueves, 14 de febrero de 2008

No pasa nada y pasa un mundo: del amor verdadero y otras chicas del montón

Aprovechando que hoy es el día del Corte inglés… quiero decir, de San Valentín, cuelgo esta escena extraída de la estupenda Lugares comunes de Adolfo Aristarain, que creo que viene que ni pintada para la ocasión y que bien puede servir para llamar a la reflexión sobre lo que significa el amor verdadero.




Nunca me obligué a serle fiel a mi mujer… estamos juntos porque queremos, nadie nos obliga… yo estoy abierto a lo que sea, a lo que pueda pasar, pero no hay caso, Lily gana; Lily gana siempre

¿Qué más se puede añadir? ¿Acaso no es esto el amor verdadero? Sinceramente no lo sé, pero desde luego que lo que si tengo claro es que de entre las múltiples formas que el amor tiene de manifestarse, de entre los distintos ropajes que puede adoptar, esta es sin duda la que más me agrada y la que mejor se ajusta a lo que yo entiendo que debe ser amar sinceramente a otra persona: una adhesión afectiva que se construye desde la total libertad, sin coacciones ni imposiciones, sin la estúpida pretensión de eternidad tan común a adolescentes, a románticos y a seguidores del PP (aunque estos últimos en verdad la practican poco). Porque es una aberración pretender legislar en materia del corazón, determinar su duración, medir su intensidad. Como cantó Ismael Serrano, el amor es eterno… mientras dura. Y después, si desafortunadamente hay un después, pues se le da las gracias por los servicios prestados y se sigue adelante. Y nada más.

Por cierto, que grande es el cine argentino y que grande Adolfo Aristarain; cuántos momentos memorables nos ha regalado ya. Algún día dedicaré una merecida entrada a recopilar los que más me gustan.

10 comentarios:

  1. En cada entrada que haces, cuando contesto, parece que te haga la pelota, o que te de la razón como a los tontos, pero es que no es así, lo JURO. Me encanta el cine argentino, de verdad de la buena, no miento. "No sos vos, soy yo", "Tiempo de valientes", "El hijo de la novia", "Luna de avellaneda", "Nueve reinas", "XXY"... y ya también de Darín, "La educación de las hadas" (que gran película)... en fin. Cuando quieras hablamos de cine argentino.

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  2. Si vais a hablar de cine argentino, hacerme hueco.

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  3. Anda, que vaya par de dos ha ido a encontrar Jorge, pobrete.

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  4. Vale, pero me niego a hablar de cine argentino si no ponemos también sobre la mesa obras como El mismo amor, la misma lluvia o La historia oficial. Claro, y todas las de Aristarain: Un lugar en el mundo, Martín (Hache), Lugares comunes, y por qué no, Tiempo de revancha, La parte del León y Últimos días de la víctima. Con esa condición, sí, podemos hablar.

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  5. Vale, he visto varias. Dejadme que me ponga al día, que Jorge me ha puesto muchos deberes.

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  6. Obviamente, le debo mucho a Martín Hache. Ahí empezó todo ... con eso lo digo todo también.

    Cuando queráis.

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  7. Ea, pues por fastidar -y por empezar- me tiro este ordago: ¿Que pinta Juan Diego Botto en Martín (Hache) en un elenco de actores tan soberbios como Federico Luppi, Eusebio Poncela o Cecilia Roth? No pega ni con cola. Y no vale decir, que ya os veo venir por el caminillo, que es muy guapo: lo siento, señoras mias, pero eso no cuela.

    Hala, a ver quién se atreve a llevarme la contraria.

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  8. Yo es que directamente eliminaba al Botto de un plumazo (para mí ni es guapo, ni atractivo, y ni mucho menos buen actor) y lo sustituía por mi Gael García Bernal. Y ahora, me pegais si quereis.

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  9. Vaya, así no hay manera de discutir; pues sí, no sería mal cambio: aún no le recuerdo ni un papel memorable al Botto, mientras que el Bernal está que se sale, por ejemplo, en Amores perros.

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  10. O Babel, terrorífico lucimiento de Brad Pitt entrado en años.

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