jueves, 2 de marzo de 2006

Esas grandes decepciones (I)

Con más intención de provocar que de iluminar voy a hacer un pequeño repaso por esos tebeos de los que oí hablar maravillas y que sin embargo acabaron decepcionándome. De todas formas, que conste que no estoy diciendo que estos no sean buenos cómic –en algunos casos son cómic que sí que me gustan- , lo único que digo es que no estuvieron a la altura de lo que se habló de ellos.

Monster (Naoki Urasawa): Uno de mis favoritos a la hora de polemizar. Qué vale, qué sí, que tiene personajes estupendos y algunas historias cortas fantásticas, pero es que las obras hay que juzgarlas en su conjunto, y Monster en eso deja bastante que desear. El hilo conductor que debería darle unidad a la obra es muy pobre, constantemente improvisado por un Urasawa que no tiene ni idea de adónde se dirige la historia. El caso es que si lo que quería era contar un puñado de buenas historias (excelentes en verdad), bien hubiera podido optar por hacer un volumen de relatos cortos y santas pascuas.




Jimmy Corrigan (Chris Ware): La otra gran baza a la hora de tocar las narices. En este caso sí que estamos ante un gran cómic. El problema es que las expectativas levantadas sobre él son tan elevadas que difícilmente puede estar a la altura. Aun así, aprovechemos y pongamos al descubierto su principal defecto: a base de querer convencernos de lo anodina que es la vida del personaje -y el personaje mismo-, Ware consigue aburrir en muchos tramos de la historia más de lo que es justificable .



Buda (Osamu Tezuka): Mi relación con Tezuka es de amor odio. Es cierto que es un narrador como la copa de un pino, de la talla de Eisner, incluso. Y sin embargo no lo soporto cuando de vez en cuando se le va la olla y pone a sus personajes a hacer el idiota con muecas y gestos trasnochados que no vienen al caso. Es lo que le pasa a Buda, que siendo una historia interesante, bien narrada y con buenos personajes, acaba provocando irritación de tanta tontería supuestamente graciosa.



Hiroshima (Keiji Nakazawa): Otra obra que se ve muy perjudicada por unas reseñas excesivamente elogiosas. Obviamente, sobra decir que un manga que trata sobre los efectos provocados por el lanzamiento de la primera bomba nuclear tendrá siempre el suficiente interés –aunque sea solo por lo que de documento histórico tiene- como para merecer una lectura. No es mi intención negarlo. Sin embargo, Nakazawa comete la equivocación de saturar de horrores al lector, que acaba, ya en el tercer tomo, abrumado y replanteándose sus ganas de seguir viviendo. Y son siete tomos en total. Al final, por supuesto, se impone la cordura, y lo que uno abandona es su lectura.



Mort Cinder (Oesterheld y Breccia): Un dibujo sensacional (aprende, Frank Miller, a usar el claroscuro) y un tono muy literario que se hecha a perder por culpa de la primera historia del album, la de los ojosdeplomo esos, que está muy -pero que muy- por debajo del nivel de las restantes historias. Se podrá argüir que, total, por una historia floja no nos vamos a cargar el album entero. Vale, pero cuando esa historia floja no ocupe más de la mitad del tebeo.



Elektra asesina (Miller y Sienkiewiecz): Al igual que en el caso de Mort Cinder, de nuevo tenemos una parte gráfica sobresaliente (y con Miller aprendiendo), que es desperdiciada por un mal guión. Sé que muchos querran ver en el trabajo de Miller no se cuales exploraciones profundisimas de las más oscuras regiones de la psique humana. Vale, ellos sabrán, pero a mi me parece, simplemente, una tomadura de pelo.



Bueno, aunque mi lista no esta concluida, lo dejo de momento para no aburrir demasiado. Pero prometo continuar con el tema.

7 comentarios:

  1. Buda: Tezuka es así, o lo tomas o lo dejas. Yo lo tomo, pero reconozco que es desconcertante. Lo comparo con una peli musical, pasa algo dramático y de repente ¡toda la calle se pone a bailar! algo así...

    A mi me encantan esos culebrones que se monta que duran cienes de páginas y sale un dramón tras otro. Hasta espero que algún día continuen con Fenix.

    En lo demás, comprendo también tus posturas y a veces las comparto (debería repasar Mort Cinder para ver si la primera aventura me pareció tan mala como a ti, a mi loq ue me fastidiaba la lectura era estar leyendo en apaisado durante media hora, me era incómodo).

    ResponderEliminar
  2. MARVELS: No se si es por culpa de Busiek, o de Ross y sus gélidos dibujos, pero me deja muy frío esta obra, el planteamiento es original o lo era, y la idea es buena, pero en ningún momento sintonicé con ese "sentido de la maravilla" que pretende transmitir, es más me aburrió un poco.

    ResponderEliminar
  3. "Monster" más que en el hilo conductor peta en el último tercio, cuando tiene que juntar y cerrar todo lo que ha ido abriendo. No lo hace mal, pero da la sensación de "pos fale, asín será". En cualquier caso es el único manga largo que tengo y no me arrepiento.

    De "buda" no sabo, pero de Tezuka sí, y es como dice calduch: lo tomas o lo dejas. Yo me quedo con el arco argumental "el futuro", del manga "fenix", y al resto que le vaya bien. Sabe de esto un huevo y ha influido en el medio la tira, sí, pero no me gusta cómo cuenta las cosas.

    "Hiroshima" te tira a la cara todas las desgracias del mundo sin dejarte descansar, con lo que te echa. Una pena, porque el primer tomo era de órdago a la grande.

    Y en "mort cinder" lo has clavado: muy buenas historias autoconclusivas y un pedazo de dibujo, PERO la primera mitad del tebeo es un rollete para explicar la existencia de Mort Cinder, que nos da igual porque es fantasía y punto. Como Spiderman o Gandalf, hace cosas raras y ya está.

    ResponderEliminar
  4. El autor de Monster ya sabía el final antes de empezar a escribirla. De hecho, en palabras del propio autor, lo que más le costó fue empezarla, y se nota, porque la parte del hospital no encaja con el thriller que viene después. Además ese principio se parece demasiado al El Fugitivo, en mi opinión.
    Pero después todo encaja como un reloj. ¿que el final no cumple las expectativas? Las expectativas las crea el propio lector, no es culpa de nadie más que de que lo lee.

    ResponderEliminar
  5. No estoy nada de acuerdo con que todas las piezas encajen en Monster. La obra deja muchisimos cabos sueltos, por no decir nada sobre la exagerada inclusión de personajes que se quedan sin desarrollar todo lo que prometen. Me pareció especialmente decepcionante el de el inspertor Lunge, que acaba lejísimos de dar todo cuanto podía haber dado de sí.

    ResponderEliminar
  6. Lástima que la historia de los "Ojos de Plomo" de Mort Cinder no te guste. Cierto es que el tono es diferente al del resto del tomo, pero no por ello, ni muchísimo menos, inferior. Es una Obra Maestra de la literatura pulp a medio camino entre el terror, la fantaciencia y el relato puro y duro de aventuras, plagado de momentos sublimes tanto a nivel de dibujo, como de escritura
    ( ese "Morir cansa" que dice Mort Cinder es estremecedor y da una hondura impresionante al personaje).

    Realmente pavorosa es la ambientación de Breccia en las catacumbas, las ciénagas con esas manos fantasmales. Pero todo ello podría quedar en artificio si no estuviese, repito, detrás la magistral pluma de Oesterheld, con unos textos de apoyo increiblemente hermosos en su extraña poética.

    Encima el final, es de lo más original, poético e insospechado que te puedas echar a la cara.

    Te puedo admitir que es diferente al resto del tomo. De hecho incluso puedo compartir que se trate una historia puenete entre Sherlock Time y el futuro del tandem Oesterheld-Breccia. Pero de ahí a que hablemos de una historia aburrida... BUff.

    Anda, haz los deberes y reléetelo. NO te arrepentirás.

    Del resto de tu lista estoy de acuerdo, con la brutal excepción que es Elektra Asesina. Pero hombre, si estás ante uno de los más grandes intentos de sacarle todo el jugo al medio, de secarlo narrativamente y estilisticamente, de llegar a un límite en el cómic... que no existe, porque las posibilidades son infinitas. Hombre: también puedes tomarlo como un relato político de una era confusa o como un violento relato de acción. Pero no estamos ante un cómic que admita etiquetas o reduccionismos.

    Y una pregunta ¿Los muertos vivientes está bien o es un peñazo? Lo digo porque leer tantas cosas buenas no me inspira mucha confianza.

    Un saludo

    ResponderEliminar
  7. Pues la verdad es que no he leído los muertos vivientes. Tengo amigos a los que les encanta, aunque no me acabo de decidir porque generalmente no coincido demasiado con los gustos de ellos.

    En cuanto a Mort Cinder, pues que quieres que te diga, pero es que la primera historia -y un poco la segunda- me desagradan mucho. Para empezar tiene un tono infantil que para nada tienen las demás. Para seguir la improvisación de Oesterheld en esa historia es excesiva para mi gusto. Desde muy pronto se nota que el relato no lleva a nada. Y efectivamente, no lleva a nada. La improvisación se nota también en el segundo relato, en el que Mort Cinder y el anticuario viajan al pasado no a traves de los recuerdos, sino de forma literal, algo que ni se explica como lo consiguen, ni vuelve a suceder nunca más en el tomo. Aunque al menos esta historia me parece mucho más interesante. Por otra parte, a mi también me encanta la escritura de Oesterheld, me recuerda mucho a Borges y a Cortazar, y también me parecen maravillosos los dibujos de Breccia, pero para leer y ver por separados. El texto no necesita dibujos, practicamente se basta por si mismo para contar las historias. Mientras, a los dibujos le sobra tanta palabrería.

    En cuanto a Elektra assesina: reconozco que el problema posiblemente sea mío y sólo mío, pero sinceramente, no veo hacia donde va la historia ni tengo la más mínima idea de que es lo que quiere contarnos Miller. Por no decir nada de que desconfio bastante del exagerado uso del monólogo interior del que se vale este. La parte gráfica, sin embargo, me parece estupenda, pero no me compensa el hecho de andar todo el relato perdido. Del mismo duo me agrada mucho más, por parecerme más sincera, menos pretenciosa y mucho más dijerible, el Daredevil: Love & War.

    De todas formas, estas cosas al final siempre se reducen a la manida formula de "cuestión de gustos"

    ResponderEliminar